¿Quién es realmente Raúl Solana?

Te voy a contar algo curioso: de pequeño quería ser ingeniero aeronáutico. No porque me fascinaran los aviones, sino porque tenía una idea fija: quería construir algo grande, algo que llevara a la gente lejos (y por supuesto, a mi también). Lo gracioso es que la vida me llevó por un camino completamente diferente… aunque salvando las distancias, al final estoy haciendo algo parecido.

Déjame explicarte.

Hace un tiempo, ayudé a un cliente a posicionar su tienda online en Google. Yo ya llevaba varios años y había conseguido buenos resultados en SEO, así que me puse manos a la obra. Al cabo de unos meses, ¡bam! Aparecía en la primera página de búsquedas para la mayoría de sus palabras clave objetivo, sus productos tenían alta visibilidad, todo parecía ir genial… excepto por un pequeño detalle: las ventas no subían.

¿Sabes lo frustrante que es eso? Ver cómo el tráfico llega, cómo los números te dicen “lo estás haciendo bien”… pero al final del día, la cuenta de banco sigue vacía. Fue ahí cuando me di cuenta de algo que cambió mi carrera para siempre: no sirve de nada que te vean si no te compran.

Ese proyecto me rompió los esquemas, pero también me abrió los ojos. Decidí que ya no quería ser “el chico del SEO”. Quería ser el que ayudara a los negocios a crecer de verdad. Y para eso, tuve que reinventarme.

Desde entonces, no he parado de formarme, de probar estrategias, de entender qué hace que un e-commerce pase de ser “uno más” a convertirse en una máquina imparable de ventas.

Hoy, soy el tipo que va más allá de los números bonitos. El que no te hablará de métricas vacías ni te venderá humo. Mi misión es simple: hacer que tu negocio crezca (y beneficiarme de ello). Que vendas más, que ganes más, que sientas que por fin tu esfuerzo vale la pena.

Me encanta el deporte porque me enseña a superar límites. Disfruto haciendo reír a los que quiero porque, al final, la vida va de conectar. Y siempre tengo un libro de desarrollo personal entre manos porque creo que nunca debemos dejar de crecer.

Si has llegado hasta aquí, déjame preguntarte algo: ¿quieres seguir soñando con el negocio que podrías tener o estás listo para hacerlo realidad?

Haz clic aquí y empecemos. Porque el mejor momento para despegar… es ahora.